¿Qué aporta el Turismo de Cali a los bailarines de Salsa?

Salsa en Cali

El creciente turismo en la ciudad salsera deja como resultado un aumento en las ganancias de todos los negocios relacionados, sobretodo restaurantes y hoteles de Cali

Pero ¿dónde y cual es el remanente para los gestores de dicho auge, los bailarines de salsa?

La desigualdad que no corrige y se sigue presentando año a año mientras las entidades, se supone que competentes, hacen gala de su orgullo por el respaldo salsero que las 150 escuelas de salsa ofrecen a esta ya tradición caleña.

La salsa se corresponde con la alegría, el sabor, la amabilidad, la calidez… esa «Cali CaliDA» que entregaron los publicistas a la Alcaldía de Cali, que tan bien ha sabido explotar. La misma Alcaldía que no se mostró amable ni cálida para solventar el pequeño viaje de los niños campeones de salsa en el 2012 o los campeones en género de salsa de los World Game 2013… sucesos curiosos.

Actualmente la Escuela de El Mulato (Swing Latino), por medio de su fundación, apoya una gran cantidad de niños y jóvenes que, muchos de ellos de zonas tan afectadas por la pobreza como el Distrito de Aguablanca, que apasionados por hacer parte de los grupos de bailarines, hacen el máximo esfuerzo por asistir. La Fundación de EL Mulato mientras tanto persevera en una labor que quizá debiera mostrarse más respaldada por las entidades públicas.

Este año, como el año pasado, otra delegación de salseros se quedó sin la ayuda prometida por la Secretaría de Cultura, y eso que fueron campeones en la mayor celebración del deporte colombiano. Pero el grupo de muchachos pudo viajar gracias a recursos obtenidos por su manager con la entidad privada.

El restaurante Faro el Solar fue quien finalmente aportó una pre-contratación para que estos pudieran asistir al congreso de Salsa en Miami al cual fueron invitados.

¿Cuanto más tendremos que aguantar para que el presupuesto sea mejor coordinado, hasta cuando van a seguir tan convencidos que la solución a la inseguridad de nuestra bella ciudad de Cali son más policías?

¿No les basta con esa «fiebre» demostrada por nuestros niños y adolescentes cuando escuchan sonar una canción de salsa?

Garantías en educación y salud debería ser lo mínimo que recibieran las escuelas de salsa en Cali, para ahuyentar el desdén de la pobreza que a muchos conduce por los peores caminos, para ellos mismos y para la sociedad.

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